De viaje en coche, pasan los minutos y no ves nada nuevo, te sabes el paisaje de memoria. A los minutes les siguen las horas, una detrás de otra... y no se hace largo, al contrario, tengo la sensación de que cada vez el tiempo pasa mas deprisa, me adelanta, juega conmigo, se ríe y yo a veces ni me doy cuenta.
Pero ahora domio el tiempo, porque tengo un reloj mágico que marca la hora que yo quiero, voy a hacerlo bien, voy a cantar tan alto que se os van a caer las bragas del susto.
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